Es típico ver fotos del cuerpo en bikini que recuperan las famosas después de haber tenido un bebé, eso nos pone la presión de que tenemos que vernos igual, pero la realidad es otra, nosotras no nos dedicamos a ser estrellas de cine, no tenemos, ni la obligación, ni el tiempo ni el presupuesto para hacer esta transformación. El cuerpo cambia después del embarazo, la piel se expande tanto que deja en ella un registro de lo que pasó en nuestros cuerpos. Los espejos no vienen integrados con Photoshop ni con el artista retocador de fotografías.
La presión sobre nuestros cuerpos hoy en día, de vernos perfectas y con cuerpos de 17 años durante toda nuestra vida, es increíblemente pesada, querer cumplir con esa norma no solo es antinatural, es una locura, esos cuerpos de fotografía no son reales, están iluminados a perfección, acomodados de la mejor forma para ese instante de captura y después manejados en computadora para verse hiperreales e hiper bellos.
Pero la fotografía de Jade Beall nos lleva a ese plano de realidad desde el ojo de una artista para poder ver lo maravillosas que son nuestras marcas de guerra y que increíble es el cuerpo visto con amor, sea cual sea su condición.
Glenda Furszyfer
Nacer En Paz
Luis Carlos Flores y Gabriela González
Fundadores de Niños de Ahora
Creadores del Método Paternidad Efectiva®
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