Una duda muy frecuente de las parejas en mis cursos de preparación para el parto, es cómo diferenciar las contracciones de trabajo de parto de las que no lo son y qué hacer. Hoy quiero compartirte toda la información importante acerca de los diferentes tipos de contracciones uterinas, los momentos del embarazo en que puedes experimentarlas y qué puedes hacer en cada caso.
Contracciones tempranas:
Incluso durante el primer trimestre del embarazo puedes experimentar contracciones, es el momento en que tu cuerpo se está adaptando a este nuevo estado. Algunos factores que pueden causarlas son el estiramiento de los ligamentos alrededor del útero, así como estar deshidratada y estreñida. Si las contracciones están acompañadas de manchado, sangrado y/o dolor abdominal, es señal de que necesitas ver a un médico para descartar un embarazo ectópico o un aborto espontáneo.
Cómo detectar si es una contracción:
Si dudas de que lo que estás sintiendo son contracciones, acuéstate boca arriba y apoya una mano sobre tu útero (Debajo de tu ombligo). Si sientes endurecerse el útero completo durante la sensación de presión, probablemente se trata de una contracción. Si sólo se endurece en una zona y otras permanecen blandas, puede ser que solamente se deba a que se está moviendo tu bebé.
Contracciones pretérmino:
Hacia el final del embarazo, tu cuerpo comienza a “Ensayar” y probablemente sentirás contracciones esporádicas y sin un patrón determinado, estas se conocen como contracciones de Braxton-Hicks. Ahora bien, si las contracciones están regulares cada 10 minutos o menos o puedes contar 10 contracciones en una hora, puede ser que estés iniciando un parto prematuro. Ante cualquier duda contacta a tu médico o partera para determinar qué es lo que está ocurriendo.
Si las contracciones no son regulares, te sugiero beber mucha agua, tomar un baño caliente, vaciar tu vejiga seguido, descansar y relajarte. El útero es un músculo muy reactivo y muchas veces, si estás deshidratada o te estás excediendo en tu ritmo de actividades, comienza a contraerse.
¡Abraza el regalo de la práctica!: Estas contracciones de “Práctica” nos dan la gran oportunidad de conocer mejor nuestro cuerpo y sobre todo calmar nuestra mente frente a un estímulo de incomodidad, relajar nuestro cuerpo y hacernos amigas de estas olas de energía positiva que serán tus aliadas a la hora del parto para ayudar a tu bebé a nacer. Aprovecha el entrenamiento y explora diferentes posiciones y movimientos en los que te sientas más cómoda durante las contracciones, mantente relajada y confiada. ¡Tu cuerpo sabe lo que hace!.
Si estás cerca de tu fecha probable de parto: Si estás entre la semana 37 y 42 de gestación y comienzas a sentir contracciones, procura ignorarlas el mayor tiempo posible, de esta manera tu trabajo de parto se sentirá más corto.
Y la pregunta del millón: ¿Cuándo es recomendable comenzar a contar las contracciones?, hay dos señales para empezar a contarlas:
-Cuando llegue una contracción y necesites parar de hacer lo que estás haciendo para buscar una posición más cómoda.
-Cuando no te sea cómodo hablar durante la contracción.
Aunque cada cuerpo es diferente y hay pocas mujeres que tienen trabajos de parto muy veloces, una buena regla para saber que estás entrando en fase activa del trabajo de parto es cuando las contracciones duran entre 45 y 60 segundos, tienen pausas de entre 2 y 3 minutos y este patrón se mantiene durante dos horas. Recién en ese momento es recomendable salir para el hospital.
Pero recuerda hacerle caso a tu instinto. Si sientes que tu trabajo de parto está avanzando rápido y comienzas a sentir náuseas o vómitos, temblores y/o presión en el recto durante la contracción (Como ganas de defecar), esto puede querer decir que ya estás cerca de la etapa final del trabajo de parto, el expulsivo. Así que ante la duda y aunque no hayas cumplido las dos horas de contracciones con 2 a 3 minutos de pausa, es mejor salir hacia el hospital. Lo peor que te puede pasar es que te regresen a tu casa.
Si hay sangrado: Muchas veces, en la fase activa del trabajo de parto puede aparecer un ligero sangrado vaginal esporádico, señal de que el cérvix se está borrando y comenzando a dilatar. Esto no suele ser motivo de alarma, es normal. Sin embargo, si tienes un sangrado continuo y abundante y la sangre es rojo brillante, puede tratarse de un desprendimiento de placenta, una rara situación de emergencia y necesitas trasladarte rápidamente al hospital.
Ante cualquier duda, siempre contacta a tu médico o partera.
Glenda Furszyfer
Nacer En Paz
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