“Me da vergüenza admitirlo. Detesto que mi hijo no me haga caso, cuando mis papás nos invitan a su casa, he tomado la decisión de no ir para evitar sus críticas y consejos sobre cómo educarlo”.

Nadia acudió a uno de nuestros cursos porqué sentía que se le salía de las manos la educación de Sebastián.

“Es un buen chico, pero me choca que no le importa lo que los demás piensen, se quita los zapatos en el supermercado y anda descalzo, no saluda y por más que lo he educado para que tenga buenos modales, siempre me hace quedar mal”.

Nadia estaba haciendo un ejercicio con su grupo, en este,  otra mamá imitaba su estilo parental principal, mientras ella encarnaba el rol de su hijo (Siendo ella misma).

Es un ejercicio que puede ser confrontativo, a veces no nos gusta lo que vemos en el espejo, sobre todo cuando nos toma por sorpresa.

“Ándale Sebastián, pórtate bien, mira que la abuela está ahí y te está viendo, por favor hazme caso… Si te portas bien vas a poder ver la tele llegando a casa, si no no”.

Nadia escuchaba esta caracterización mientras se ponía en los zapatos de su hijo. El niño voluntarioso sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Para él, el placer de estar descalzo supera por mucho la necesidad intangible de “Quedar bien” con su mamá. Nadia comenzaba a comprender a su hijo, mientras veía en qué estaba fallando.

Dimos la instrucción de que la mamá (Actriz) cambiara al estilo parental de apoyo de Nadia. Este segundo estilo es el que entra en acción cuando su estilo principal no funciona, generalmente cuando ya está desesperada.

“¡Ahora sí Sebastián, ya me hartaste!, ¡Si no te pones los zapatos en este instante nos vamos y te quedas sin ver la tele todo el mes!” ¡Qué buen papel hizo la mamá actriz!.

Gaby (Le pregunta a Nadia en ese momento): ¿Qué sientes cuando tu mamá hace esto?.

Nadia: Un poco de miedo, pero más que nada enojo. ¿Por qué se pone así?, ¡Está loca! (Risas del público).

Gaby: ¿A qué te refieres con que está loca?.

Nadia: Pues primero me pide las cosas por favor, hasta es linda y de repente explota y me quiere castigar, me grita enfrente de todos y cuando le contesto se pone peor.

Gaby: ¿Y tú qué haces para que ella se ponga así?.

Nadia: Es que siempre me pide cosas que yo no quiero hacer, ella no me entiende.

Nadia llegó al punto importante, el niño voluntarioso se rebela cuando siente que no está siendo comprendido por el adulto. Se pregunta “¿Cómo pueden pedirme que deje de hacer esto que se siente tan bien?”.

Nadia: ¡Wow! Ya entendí por qué no funciona lo que hago.

Y sí, la respuesta está en ti.

Nadia siguió trabajando en cómo sincronizar con su hijo. La mayoría de los adultos no tiene ni idea de como hacer para que su hijo elija tener un buen comportamiento y que se sientan profundamente inspirados para hacerlo. En su lugar acaban controlando todo el tiempo, repiten la indicación mil veces, aplican discursos, chantajes, manipulaciones, amenazas, castigos y hasta golpes. Sin embargo, todos sabemos que esto no conduce a una paternidad efectiva.

¿De qué te das cuenta?

Con amor

Luis Carlos Flores y Gabriela González

Fundadores de Niños de Ahora

Creadores del Método Paternidad Efectiva®

 


Si deseas reconocer la raíz de los malos comportamientos de tus hijos y descubrir porqué has batallado tanto para que te hagan caso, entonces pon en práctica las técnicas de la Paternidad Efectiva® y rompe para siempre con los gritos, el chantaje, los castigos y las amenazas que tanto los lastiman (y te lastiman). 
Regístrate hoy mismo y obtén la certeza de estarle dando a tus hijos lo que necesitan para crecer emocionalmente sanos.

¿Tienes escuela en casa + trabajo en casa + deberes de… la casa? No tiene que ser una locura… todo puede estar en un mismo espacio. Solo hay que saber cómo. ¡Y tú lo puedes todo! Inscribe a tus hijos a Niños de Ahora Home Learning® by Jaselú, la escuela en casa con una metodología única que deja atrás la educación tradicional. Conviértete en ese impulso que necesita la educación de tus hijos; a tu ritmo, al suyo, sin estrés, prisas, juicios ni comparaciones que bajen su autoestima. Respeta el modo y ritmo de aprendizaje de cada niño para que desarrolle sus 12 inteligencias y florezca sus habilidades. Inscríbelos y fórmalos sin que esto sea más trabajo para ti.