Todas las funciones orgánicas del cuerpo humano poseen su propio ritmo. Conocemos los ritmos circadianos o diarios de la mayor parte de las funciones metabólicas. Pero también existen otros ritmos semanales y mensuales que podemos observar a través de ciertas enfermedades. También el ritmo anual es importante para el cuerpo. Del mismo modo, el tiempo del desarrollo embriónico y fetal y el primer trimestre suman un año, después del cual el riesgo para el cuerpo físico disminuye; el ritmo anual es el que estabiliza el cuerpo físico. También el hacerse mayor corresponde a un ritmo anual, como indicador de la conclusión de una fase determinada del desarrollo; por eso es importante celebrar el cumpleaños del niño.
CUIDAR EL RELOJ BIOLÓGICO
Es decisivo que nuestro reloj biológico, este sistema de ritmos entretejidos, reciba el cuidado adecuado, tanto en casa como en la escuela. No hay nada más beneficioso para el niño que una hora regular para comer , una para el baño diario y un momento establecido para ir a dormir, lo que le hará sentirse seguro y protegido en su vida diaria, sabiendo en todo momento lo que vendrá después, porque su reloj interior se lo dice. Con esta regularidad también se crea una interacción sana de los órganos internos para toda la vida futura. El saludo cada mañana, el pequeño ritual por la noche, combinado con un pequeño verso u oración, son detalles muy valiosos que, justamente por su perspectiva rítmica y sin que tengan nada que ver con el rato agradable que proporcionan, siempre son una experiencia gratificante.
EL RITMO DIARIO
Las primeras horas de la mañana y de la noche afectan a los niños de manera diferente. Cada parte del día tiene su característica particular.
La mañana proporciona mayor expectación y es un buen momento para las actividades más enérgicas, las tardes son para actividades más descansadas ya que la vitalidad va disminuyendo. Esto es más perceptible en los niños mayores de 6 años.
Por lo general se cree que el niño necesita un estímulo nuevo y constante. El resultado es una generación de niños que quieren que se les entretenga constantemente y que parecen tener pocos recursos interiores propios. De hecho, los menores de siete años tienen la capacidad de hacer muchas más cosas con pocos medios. Si llevamos al niño a dar un paseo diario recorriendo siempre la misma ruta, este hábito le hará sentirse feliz, por la seguridad que proyecta su entorno familiar y le fascinarán los pequeños cambios que se realizan día a día.
Por ejemplo, puede ver un charco de agua hoy, que mañana estará seco, luego puede descubrir algunas flores, etc.
EL RITMO SEMANAL
Los días de la semana pueden caracterizarse individualmente. Por ejemplo, estableciendo que ciertas cosas sólo se pueden hacer los domingos creamos un ritmo aún más marcado para el niño. De esta forma. El ritmo inherente de los siete días, tan evidente en el proceso de curación de muchas enfermedades infecciosas (neumonía, sarampión, tifoidea), se experimenta de un modo más positivo.
Hubo una época en la que cada día de la semana tenía su propia rutina. El lunes era el día para lavar la ropa, el martes se planchaba, el sábado se hacía la limpieza mayor de la casa, etc. Hoy en día, para la mayoría de nosotros , estas rutinas resultan imposibles de combinar con nuestro estilo de vida. Por eso, cuando sólo disponemos de un día a la semana para desayunar todos juntos, por ejemplo, debemos convertir ese momento en algo especial, ya que estos ritmos familiares son muy valorados por el niño.
EL EFECTO DE UN RITMO SANO
Actualmente es muy común que los niños tengan una agenda de actividades bastante ocupada. Muchas veces les queda muy poco tiempo para “soñar” o para no hacer nada. Rápidamente pierden la capacidad de estar consigo a solas. Son conocidos los efectos de la falta de sueño, de las comidas irregulares y del exceso de actividad. Un niño pequeño es aún más sensible a estos desarreglos y se trastorna con pequeñas alteraciones de su rutina diaria.
La consistencia confiere al niño un sentido reconfortante de seguridad, y si establecemos un ritmo regular en su vida diaria, aprenderá que hay un lugar indicado , un momento adecuado y un camino apropiado para cada cosa. Las agotadoras polémicas entre padres e hijos empezarán a desaparecer. Sin embargo, él ni se volverá inflexible ni perderá la imaginación. Los maestros han podido constatar que los niños con una vida hogareña estable y consistente se muestran más seguros y son más capaces de solucionar situaciones inesperadas. Los parámetros de los que disponen los padres permiten a sus hijos moverse contentos y con libertad dentro de ciertos límites establecidos.
FOMENTAR LA CONFIANZA
Si el niño se muestra nervioso e inseguro, podemos ayudarle a fomentar su confianza mediante nuestra firmeza. Su confianza en el mundo aumentará cuando sepa que ciertas cosas seguirán siendo igual mañana que ayer y hoy. Por ejemplo, si sabe que su padre cada noche se sentará al lado de su cama para leerle un cuento, poco a poco perderá su ansiedad y se integrará en el mundo con confianza. Cuando el mundo le sea familiar y los adultos de su entorno se muestren seguros y fiables, su sensación de inseguridad empezará a desaparecer. El principio de mantener una rutina hogareña consistente también se puede aplicar a las familias monoparentales, donde aún tiene una importancia mayor.
Si no se establece un equilibrio entre el descanso y la actividad, un niño activo y vigoroso por naturaleza puede fatigarse en exceso, lo que a su vez será motivo de rabietas, hiperactividad y sueño irregular. En cambio, si le proporcionamos la seguridad de una rutina regular, tan necesaria para compartir su tiempo entre actividades vigorosas y tranquilas, prevenimos el agotamiento emocional y físico, raíz frecuente de una conducta antisocial. Será más feliz y estará más satisfecho y dormirá mejor. Un estilo de vida rítmico y seguro fortalece la voluntad del niño y es la base para que se convierta en un adulto fiable y “disciplinado”.
EL SUEÑO
Dormir las horas necesarias es el primer requisito esencial para la salud, tanto durante la infancia como en durante la vida adulta. Existen ciertas variaciones individuales en la cantidad de sueño necesaria, pero no debemos permitir que el niño decida la hora de acostarse, sino que siempre deberíamos terminar el día con una agradable rutina.
RUTINA PARA IR A LA CAMA
Un baño tibio o con agua a temperatura ambiente (nunca fría).No olvidar el cepillar los dientes
Ponerse la pijama
Llevar al niño a la cama (si desea tomar un peluche o muñeca blanda, mucho mejor)
Leerle o contarle un cuento (El cuento debe ser elegido de acuerdo a la edad y debe ser contado el mismo cuento por lo menos durante dos semanas consecutivas, hasta la edad de 9 años)
Después del cuento (El cual no es preciso que se cuente a niños menores de 4 años de edad), rezar una oración o decir un verso, o bien cantar una canción infantil o religiosa, por ejemplo al ángel guardián.
Dar el beso de las buenas noches y echar la bendición.
Una rutina regular y constante a la hora de ir a la cama es esencial para que los niños puedan dormirse más fácilmente y su sueño sea relajante y profundo, a su vez que el niño sienta que él es importante para sus padres. Esta rutina puede ser diferente para cada familia, pero lo que sí es necesario es que la que cada quien escoja ,sea la misma siempre. Así mismo puede ser realizada durante una semana por la madre y a la siguiente semana por el padre.
¿CUÁNTO SUEÑO?. Los bebés y los niños pequeños necesitan un sueño adecuado si queremos que desarrollen la fuerza y la energía necesarias para un buen desarrollo y un crecimiento correcto.
NOCHE DÍA
Recién Nacido 20 horas en total
1-2 años 12 horas 1-2 horas
2-6 años 11-12 horas
6-9 años 10 horas
Autor: Maestro Waldorf desconocido.
Artículo escogido de la web fundacionwaldorf.org
“Cultivo del Ritmo”
Si deseas reconocer la raíz de los malos comportamientos de tus hijos y descubrir porqué has batallado tanto para que te hagan caso, entonces pon en práctica las técnicas de la Paternidad Efectiva® y rompe para siempre con los gritos, el chantaje, los castigos y las amenazas que tanto los lastiman (y te lastiman). Regístrate hoy mismo y obtén la certeza de estarle dando a tus hijos lo que necesitan para crecer emocionalmente sanos.
¿Tienes escuela en casa + trabajo en casa + deberes de… la casa? No tiene que ser una locura… todo puede estar en un mismo espacio. Solo hay que saber cómo. ¡Y tú lo puedes todo! Inscribe a tus hijos a Niños de Ahora Home Learning® by Jaselú, la escuela en casa con una metodología única que deja atrás la educación tradicional. Conviértete en ese impulso que necesita la educación de tus hijos; a tu ritmo, al suyo, sin estrés, prisas, juicios ni comparaciones que bajen su autoestima. Respeta el modo y ritmo de aprendizaje de cada niño para que desarrolle sus 12 inteligencias y florezca sus habilidades. Inscríbelos y fórmalos sin que esto sea más trabajo para ti.
Deja tu comentario