1) Planea muchas cosas para un solo día: Escuela, banco, supermercado y clases de natación, receta secreta para que tu hijo tenga una mala actitud, enojo o un buen berrinche.

2) No hay mucho juego activo: Cuarenta minutos sentado en el asiento del carro en el tráfico, una hora y media de hacer tareas y después media hora de ver TV, ¿En qué momento va a ser niño?. La mayoría de los niños necesitan desfogar su energía a través de mover su cuerpo, si no lo hacen llegan a portarse mal.

3) Mala actitud: Aquí no me refiero a la actitud de los niños, sino a la tuya. Muchas veces no somos conscientes de cómo nuestro estado de ánimo afecta a nuestros niños. Si yo estoy teniendo un mal día, es muy probable que mi hijo también lo tenga. Lo más común, es que al día siguiente de tu mal día, él lo tenga peor. Las mamás felices tienden a tener hijos felices.

4) Dormir tarde: Los niños necesitan mucho más sueño del que tú necesitas. Un niño que está cansado y sobre estimulado puede estar más hiperactivo de lo común. Dormir mal no sólo afecta su estado de ánimo, también lastima su salud física y emocional.

5) Cambia de ambiente de manera constante: Las vacaciones son muy divertidas, pero recuerda que la falta de familiaridad puede sacar lo peor en él. Como adulto, ¿A poco no extrañas tu cama, después de haber estado fuera de casa?. El niño necesita tener seguridad y constancia en su vida. Necesita un ritmo que lo contenga y le dé seguridad.

Con cariño

Luis Carlos Flores

Fundador de Niños de Ahora

Creador del Método Paternidad Efectiva®

 


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