Hace poco, 2 años aproximadamente, mi esposo y yo tuvimos la fortuna de que nuestros hijos nos convirtieran en abuelos. Mis nietos “Más grandes” se llevan once días. Los dos tienen dos años nueve meses aproximadamente. Yo no tenía idea de lo que significaba ser abuela, me parecía que era solo un parentesco, como ser tía, como ser sobrina, pero desde el momento en el que conocí a mis nietos, me di cuenta de que no es así. Ser abuela es otra cosa, ser abuela es algo mucho más profundo de lo que se ve a simple vista. Ser abuelo es un parentesco que no se comprende en su totalidad hasta que se vive.

Yo pensaba que a mis hijos, les habíamos dado lo mejor de nosotros. Ese era nuestro objetivo y seguramente, como tú y como todos los padres que aman a sus hijos, eso queríamos y esperábamos, darles lo mejor de lo que teníamos en ese momento.

Cuando conoces a tus nietos, te das cuenta de que estabas tan preocupado por dar todo, que tal vez, te perdiste de lo mejor. Cuando eres abuelo, te das cuenta de que tenías más amor, más abrazos y más tiempo para dar y más paciencia de la que pensaste que tenías. Pides con todas tus fuerzas a la vida, que les hayas podido y sabido dar a tus hijos lo mejor y todo lo necesario para que ahora esos niños, tus nietos, tengan lo mejor.

¿Cómo puedes ayudar a la relación entre tu hijo y sus abuelos?

Enseña a tu hijo a amar a sus abuelos. Sean tus padres o tus suegros, tu hijo tiene todo el derecho de darles lo mejor de sí y recibir lo mejor de ellos. No permitas que ningún mal sentimiento de adultos contagie la relación de los abuelos con sus nietos.

Así como los abuelos tienen mucho para darles a sus nietos, los nietos también tienen mucho que darle a sus abuelos. Enséñale a amarlos, a respetarlos y a aprovechar todo lo que ellos pueden darle en juegos, mimos, tiempo, cariño y sabiduría.

Trata de no juzgar la manera en la que tus suegros o papás educaron a sus propios hijos y menos enfrente de tu hijo. Eso es algo que no te enriquece ni a ti ni a él.

Un abuelo tiene mucho para dar: Amor, experiencia, sabiduría y también tiene mucho que recibir. Sé un puente entre tu hijo y su abuelo, no un muro.

Claudia Bernal