Romina tiene aproximadamente 1 año desde que le empezaron a salir los dientes. Los primeros le salieron casi a los 9 meses de edad. Recuerdo que en esa ocasión, nos dimos cuenta porque una noche al darle de cenar escuchamos como hacía “Clank” con la cuchara al estar jugando con ella. Dentro de los síntomas que se presentaron fue una salivación excesiva y una constante comezón que hacía que se rascara. Solo que eso lo veníamos viendo desde que tenía 3 meses de edad, por eso nos sorprendió cuando vimos por fin el pequeño diente comenzando a asomarse. En estos días le ha empezado a salir su segunda muela, pero que molesto ha sido para ella.

A lo largo de este casi año en el que le han ido saliendo varios dientes, no recuerdo que haya tenido tanta molestia como en esta ocasión. Los incisivos centrales inferiores (Los de en medio de abajo). fueron los primeros en salir. Durante meses le generaron salivación exagerada y comezón, pero hasta ahí. No se encontraba irritable, no tenía falta de apetito ni problemas para dormir. Fue una etapa tranquila. Al poco tiempo le empezaron a salir los incisivos centrales superiores (Los de en medio de arriba). Con estos, el inconveniente cambió. Ahora se trataba de molestias al dormir que hacían que despertara una o dos veces durante la noche. Al hablar con el pediatra, le recetó algo que permitió que ya pudiera dormir sin problema alguno.

Conforme fueron pasando las semanas y los 4 dientes que ya eran visibles iban creciendo más y más, le empezaron a salir los incisivos laterales (Los de al lado de los que ya tenía). De repente, un día vimos que ya se asomaba un diente y al poco tiempo la contraparte. En esta ocasión fue primero el de arriba del lado derecho y al poco tiempo fue el de abajo del mismo lado. Nos dimos cuenta de que estaban ahí de repente. En unas semanas le tocó el turno al de abajo del lado izquierdo. Con estos no hubo ninguna molestia, más allá de la ocasional salivación exagerada que era muy esporádica.

Aproximadamente hace como 1 mes, yo estaba tan emocionado de ver que el incisivo lateral superior izquierdo (El de arriba del lado izquierdo), iba creciendo, cuando mi esposa me comenta que a Romina ya le estaba saliendo su primera muela en la parte de abajo. Esta vez se juntaron prácticamente los dos para salir al mismo tiempo. Al ver la muela (Primer molar inferior derecho), no solamente ya le estaba saliendo, estaba prácticamente afuera, solo tenía que crecer. Fue una sorpresa porque no tuvo ningún malestar la niña con estas dos nuevas piezas. Lo que me sorprendió porque hubiera pensado que al salir la muela, esta dolería considerablemente.

¡Wow!… Ya íbamos con 9 dientes cuando, hace una semana me di cuenta al estar jugando con Romina, que ya se asomaba otra pieza. Ahora, el turno era de la muela de arriba del lado derecho. Pero ahora, no fue tan tranquilo como en el pasado. Romina ha estado con una disminución en el apetito, muchísima salivación, comezón en la encía y está presentando problemas para dormir. Con la comida, se ve que le cuesta morder las cosas y trata de evitar lo que no sea blandito. Con la comezón, el chupón ahora no está siendo tan útil como antes. Hay veces en las que no lo suelta. Pero hay otras, en las que de plano no le queda otra más que rascarse con los dedos o con algún objeto más sólido. La saliva le ha aumentado muchísimo de tal forma que parece que acaba de salir de bañarse y hace unas noches, ha empezado a despertar mientras duerme.

La salida de los dientes de Romina ha sido algo tranquilo para ella en general, hasta esta última ocasión. En casi todas las piezas, el orden de aparición ha coincidido con el común denominador de este proceso. Las molestias para Romina nunca habían sido tan latosas como ahora con esta muela. De acuerdo al número de dientes que debe de tener en total, a más tardar cuando cumpla 3 años, vamos a la mitad del camino. Espero que esta pieza haya sido la excepción en el dolor y malestares y que el resto sea igual que antes. Romi ya está experimentando su primer dolor de muelas y todos sabemos lo chocante que eso puede ser. Ojalá que se quede así, en dolor de una muela nada más.

Rafael Rojas

Bloguero de corazón y director de profesión 

Descubriendo a papi